Un nuevo formato de competición

El día de ayer fue el elegido finalmente por Riot Games para anunciar los equipos que formarán parte de la máxima competición continental de League of Legends, que además, cambia de nombre y apariencia pasando de League of Legends Championship Series Europe a League of Legends European Championship, para otorgarle una identidad propia y diferenciarla de su, hasta ahora, homónima de Norte América. Las entidades que competirán el año que viene, con el nuevo formato franquiciado, son las siguientes:

  • Fnatic
  • FC Schalke 04
  • G2 Esports
  • Misfits Gaming
  • Vitality
  • Splyce
  • exceL Esports
  • Rogue
  • SK Gaming
  • Origen

Por medio de filtraciones, se dieron a conocer varios equipos que formarían parte de esta selección de forma prematura, especialmente con aquellos que ya competían al más alto nivel, como son los 5 primeros equipos de la lista (Splyce fue uno de los cambios de última hora, de los que hablaremos más tarde), los cuales se dieron a conocer de forma no oficial a principios de octubre, de la mano de Jacob Wolf, uno de los insiders más populares (y habitualmente fiables) de la escena de League of Legends. Sin embargo, y aunque haya nombres ya conocidos de anteriores temporadas, como Origen o SK Gaming, lo cierto es que la lista de nombres cambió en el último momento, y proyectos como el de Movistar Riders o North se cayeron de la lista en favor de Splyce y exceL Esports, por negociaciones directas con Riot Games o por el proyecto presentado, respectivamente. En el caso de Movistar Riders, y según se ha llegado a filtrar, ha sido un asunto relativo a los derechos de imagen, además de la suma a pagar al equipo, ya que no podrían utilizar Movistar como parte del nombre (por normativa de patrocinios), y que tras varias ofertas, finalmente Riot ha optado por otra de las propuestas que tenían sobre la mesa, aunque el proyecto de Movistar incluía nombres como el de Ssumday o Ignar para su equipo.

Y es que esto es uno de los aspectos más interesantes del sistema de franquicias, ya que tras un proceso de selección, es finalmente Riot la que elige a los equipos que formarán parte de este nuevo sistema, que elimina las promociones de ascenso y descenso y supone participación a largo plazo, para lo que requieren, además de un pago por la plaza (de 8,5 millones de euros en caso de equipos presentes en el circuito competitivo, y 10,5 para los equipos externos), presentación de un proyecto deportivo y de unas cuentas viables para mantenerlo, además de planes de cara a dar a conocer la marca en toda Europa. Además de estos cambios, el salario mínimo de los jugadores sube (de en torno a 36000 euros a 60000 anuales), y se incorporará un sistema de academias similar al visto en Norteamérica, aunque integrado en las ligas regionales de Europa. La distribución de los equipos en éstas aún está por decidir, por lo que ahora mismo no se puede mencionar el destino de cada entidad, pero Origen por ejemplo competirá en la liga nórdica, dado que ahora es propiedad de RFRSH Entertainment, empresa propietaria del equipo Astralis, de Counter Strike, que tiene sede en Dinamarca, por lo que nos podemos esperar algún jugador de dicha procedencia, además de los ya confirmados (según la base de contratos de Riot Games) Alphari, Nukeduck y Sheriff.

Por lo pronto, el mercado de fichajes (no solo a nivel europeo, sino en todas las regiones) se avecina muy interesante, con los primeros golpes de efecto ya filtrados, como el fichaje de Caps por G2 Esports, y el cambio de posición de Perkz para ocupar el rol de ADC, o el fichaje de Jensen y CoreJJ por Team Liquid en Norteamérica, además de la salida de 7 jugadores del histórico SK Telecom T1, que buscará reconstruirse alrededor de Faker para pelear el año que viene por títulos tanto a nivel regional como mundial.