Querido primo
Me alegra saber que tienes pensado acercarte a Eriksholm a visitarnos. Tu madre nos advirtió de que estabas valorando mudarte aquí, antes de que puedas tomar esa decisión he decidido escribirte para que conozcas un poco más la ciudad y lo que sucede aquí.
No lo puedo negar, cada día paseo toda la ciudad, la mayor del Norte como bien sabes. Su ominosa silueta no esconde para nada su carácter clasista. En el puerto y las islas bajas hay gigantescas estructuras industriales que llenan de vapor y humo el cielo, mientras que en otras islas y subiendo a mayores alturas la visión es distinta. Seguramente hayas visto postales de la arquitectura señorial escandinava que reparte con gracia grandes palacios, torres con tejados de zinc y fastuosos jardines. Nada de esto te sorprenderá, ya que es otra de tantas ciudades que ha aprovechado la oportunidad que le da esta verticalidad y la separación física del archipiélago para dividirnos por clases.
Hasta hace poco las revueltas y quejas de los trabajadores eran constantes – y están más que justificadas, créeme-. Quizás el ambiente se ha apaciguado por culpa de la dolencia que asoló la urbe: La viruela del corazón. Una enfermedad sin cura que se ha llevando a ancianos, adultos y niños por delante y que llegó a hacer acto de presencia entre las clases altas.
Las autoridades intentaron mantenerla a raya, pero poco importó ya que muchos de mis vecinos de los barrios bajos se desenvuelven con soltura entre las sombras. Todos conocemos los trucos para esquivar la atención de los policías, una fuerza con la competencia justa, pero con exceso de virilidad. No son pocos los que se duermen durante sus turnos o que abandonan sus puestos para distraerse con apuestas y discusiones. Además, parece que los gorros y cascos les aprieten fuerte en la sesera y les impida ver con claridad, siempre hay margen para pasar frente a ellos, a una distancia prudente, sin que lleguen a desvelar si somos compañeros o su presa.
A su favor y en su contra está la laberíntica trama urbana de esta pequeña metrópolis. Las calles suelen ser estrechas y casi todas están obligadas a concurrir en pequeños tramos. Sin embargo, las diferentes alturas, las casas con accesos en varios niveles y unas ventilaciones sorprendentemente amplias, son fáciles de usar por parte de los vecinos más astutos. Callejones tan fáciles de vigilar, como de sortear. Tampoco les ayuda el caos en el que se vive desde las zonas industriales, siendo el desorden una muestra de la situación que vivimos.
Debo decir que cada barrio es toda una proeza de la planificación y su tamaño no es moco de pavo. Hay una estructura lineal en la planificación de las vías y lo lógico es seguir el curso de las mercancías y de las viviendas de trabajadores. De esta manera llegas las minas al puerto y, al otro lado de la montaña, de los barrios adinerados que tienen acceso a islas privadas. Al final de todo, en la entrada al archipiélago que forma Eriksholm hay fortificaciones para proteger la ciudad de los ataques por mar.
Sin embargo, sí disponemos de alguna zona laberíntica, como las minas en las que sólo unos pocos saben cómo descifrar su sistema de indicaciones. Además, la maquinaría que se puede encontrar por algunas zonas de la ciudad y de la que dependen ingenios como los múltiples puentes levadizos requiere de un mínimo de conocimientos. Puedes respirar tranquilo que te acompañaré durante tu visita para que entiendas cómo está todo organizado.
Últimamente pienso mucho en la joven Hanna. Una chica que protagonizó recientemente uno de los episodios más oscuros de la historia de la ciudad. Casi en solitario pudo enfrentarse a las autoridades. Aunque hay que tener en cuenta que contaba con amistades importantes en los bajos fondos. Aunque eso no implica que no le faltaba perspicacia alguna ya que pudo llegar por su cuenta hasta el mismísimo alcalde.
También es cierto que todos afirman hoy en día haberla visto actuar en nuestros barrios. No me extrañaría nada que así fuese porque hay una fuerte conciencia de clase y, aunque sea con el silencio, se ayuda a los vecinos siempre que es posible. En los barrios adinerados, por otra parte, se dice que se aprovechó de los extensos jardines de la nobleza, que suelen estar vacíos. Menudo derroche.
La verdad es que fuese como fuese, la capacidad por encontrar el camino de Hanna tuvo que ser encomiable. Seguramente solo haya una forma de superar las adversidades que se encontraba en todo momento dadas las limitaciones de las que te he hablado. Algunos cuentan que era toda una artista de la cerbatana y que noqueaba a los guardias con sus dardos somníferos o que los engañaba con diferentes artimañas. Sería gracioso que esté detrás de algunas leyendas que han vuelto a la vida.
Me hubiese gustado decir que cambió mucho las cosas en la ciudad, es cierto que algunas fueron a mejor, pero al final se convirtió en una heroína del reino y no en la líder obrera que esperábamos. Supongo que es lo que tiene la gente que actúa por su propia cuenta. Por lo que sé, era una chica deslenguada, dada a la réplica y que no temía nunca ser brutalmente honesta. En general todos en Eriksholm somos famosos por nuestra elocuencia, raramente alguien habla dando puntada sin hilo. Apreciamos mucho una buena conversación sobre las últimas nuevas de la ciudad. ¿Y lo expresivos que somos? Estoy seguro que viendo y oyendo nuestras conversaciones desde un tejado podrías empatizar al instante con cualquiera de nosotros.
Puede que el amargo destino de Hanna estuviera completamente ligado al desarrollo de esta ciudad. Vivió toda una odisea visitando incluso alguna de las islas privadas. Menudos lugares. Me gustaría poder visitarlos en persona, hay pueblos más pequeños que esas residencias. Desde luego lo que no se puede negar es que su aventura es toda una contribución a nuestra historia reciente, una hazaña digna de ser contada con todo lujo de detalles.
No sé si estas palabras responderán a las dudas que puedas tener antes de visitar nuestra anárquica y fastuosa ciudad. Estoy seguro de que disfrutarás de sus vistas, sus historias y sobre todo de cómo las cuentan sus gentes. Y si aún piensas en mudarte, el trabajo ya no escasea tanto tras la pandemia, pero las condiciones son penosas. Podemos valorar si tienes la suficiente habilidad y plantearnos como ganarnos la vida en el contrabando, esquivar a las autoridades es un genial entretenimiento sin demasiadas complicaciones.
Un afectuoso saludo,
Tu primo Quim.
Manos ágiles
Eriksholm: the Stolen Dream es el último gran lanzamiento indie de 2025, un juego con unos valores de producción excelsos que sabe usar muy bien sus recursos, pero que se deja llevar en exceso por su narrativa. Es por partes iguales una de las grandes aventuras de este año y un quiero y no puedo, y no por exceso de ambición, al contrario, por no dejarse llevar más allá en aspectos como el diseño de los niveles que ofrecen poca libertad para resolver cada situación. Visto como un juego de aventuras y puzles que usa el sigilo como mecánica de los rompecabezas es una obra notable y sorprendentemente bien escrito, a pesar de desaprovechar en su tramo final el subtexto que venía desarrollando.
Esta crítica ha sido realizada con una copia para Steam cedida por