Perfeccionando el rogue-like

NOTA: Este artículo da por hecho que has jugado a Enter the Gungeon al completo, o que conoces sus detalles lo suficiente como para realizar un análisis exhaustivo de los mismos sin llevarte sorpresas desagradables. Advertido quedas.

Enter the Gungeon es un rogue-like twin stick shooter de vista cenital desarrollado por Dodge Roll y distribuído por Devolver Digital. El juego, originalmente salió para PC PlayStation 4 el 5 de abril de 2016 y posteriormente para Xbox One Nintendo Switch el 5 de abril de 2017 y 14 de diciembre de 2017 respectivamente.

Enter the GungeonEl juego se basa en una mazmorra en la que yace un arma que puede matar el pasado, y en un grupo de personas que desean esa arma. Estos últimos son los personajes jugables del título y, a través de cada uno de los 5 pisos de la Armazmorra, los cuales se irán generando proceduralmente para no hostigar con las decenas -quizás cientos- de veces que el jugador deberá recorrerlas para finalmente llegar al desafío final, el Armadragón, quien resguarda la preciada arma.

Todo suena bastante sencillo, ¿a que sí? Pero no podría estar más lejos de la realidad. Enter the Gungeon es una obra que va creciendo con el tiempo: amás tiempo se le dedica, más da de sí, con sorpresas siempre a la vuelta de la esquina, incluso una vez superado el juego, te introduce varios modos que, si bien no reconstruyen la experiencia, la cambian más que suficiente para mantener adentro a quienes se hayan agotado en el camino hacia la forja.

La aventura más grande que haya podido disfrutar.

Y es en estas sorpresas, estas bolas curvas que el juego no deja de lanzarte, que reside su verdadera brillantez. Si bien lo del mímico en los cofres no es algo original, sí es un gran añadido para no enfrentarse a estos sin un poco de recelo. Así como las habitaciones escondidas que se pueden revelar con los fogueos, los prisioneros de la Armazmorra que, si los rescatas, te ayudarán una vez estés en la brecha, ya sea dotándote de nuevas armas, objetos o, incluso, atajos que terminan no siendo del todo recomendable para los novatos en el título pero si de gran aprecio para quienes llevan decenas de horas metidos en éste. Si The Legend of Zelda Breath of the WIld sorprendió en su momento con su basto mundo con sus casi ilimitadas opciones para enfrentarse a cualquier desafió, Enter the Gungeon lo hace a través del contenido oculto bajo la superficie, cual iceberg sumergido bajo el océano. Amo la saga de Zelda desde que, de pequeño, pude disfrutar A Link to the Past y, aún así, me costaría elegir entre su última iteración y el título al que hago tribuna en este momento como la aventura más grande que haya podido disfrutar en el medio.

Y es que las comparaciones entre ambos títulos no son tan alocadas como parecen serlo. Ambas obras me tomaron más de un centenar de horas por completar, así como ambas me ofrecían algo nuevo siempre esperándome en el horizonte. La diferencia reside en que en Breath of the Wild éstas estaban casi siempre a la vista, mientras que en Gungeon difícilmente son perceptibles. En este último llevo invertidas alrededor de 150 horas entre su versión de Steam Switch y, he de reconocer, que me queda mucho contenido por delante que deseo descubrir. No por un afán complecionista, que igual, sino más por el mérito que yace tras cada objeto o personaje o piso escondido encontrado.

Enter the Gungeon

La dificultad escalonada, o cómo mantener vivo un Rogue Like

Algo que he no he podido evitar notar a través de mi larga travesía por Enter the Gungeon es que, no sólo su dificultad va aumentando considerablemente cada vez que vences a un jefe de piso y continúas al siguiente, sino que, además, va creciendo escalodanamente a medida que vas desbloqueando armas y objetos nuevos, para mantener las cosas interesantes y al nivel de la habilidad del jugador, reduciendo el hostigamiento de pasar por los primeros niveles una y otra vez con la misma distribución de enemigos sin mayor variación. Aquí, Dodge Roll, tenía una clara visión de lo que sería el mid y el end game; por lo que se preocuparon de siempre tener un as bajo la manga para sus jugadores.

Gungeon pudo haber sido fácilmente un juego como servicio, con su cantidad insana de contenido, en cambio, Dodge Roll sólo se limitó a sacar actualizaciones paulatinas totalmente gratuitas para ir expandiendo y mejorando aún más la experiencia de juego. Y luego se preguntan por qué me gustan tanto los indies. Y es esa misma filosofía de dar un extra porque sí, de sorprender y de demostrar amor por su obra la que los llevó a crear el rogue like perfecto, con mucha variedad de armas, enemigos, objetos, personajes y escenarios escondidos y un ritmo apurado con una dificultad inmisericorde como guinda al pastel. Es por esto y por mucho más, que Enter the Gungeon me ha marcado y atrapado por tantas horas, aún con mi alergia por los juegos largos y es que éste, en vez de demandarme dedicarle dicho tiempo, se lo ganó.