Intereses y prioridades equivocadas

Demasiado tiempo ha pasado desde aquel trágico comienzo de año de 2020, donde se desató uno de los eventos que, definitivamente, marcará un punto de inflexión en la historia moderna, la extensión inesperada de la COVID-19. Desde entonces, la sociedad ha tenido que adaptarse, desde los modelos productivos hasta los eventos sociales, todos afectados de manera inevitable ante el miedo a que la situación se agrave más aún, aunque hay a quienes no parece importarles en absoluto. Claro que esto ha afectado a la industria del videojuego, principalmente a la escasez de chips, creando una demanda no suplida de las consolas de nueva generación, o mismamente en el desarrollo de los títulos, los cuales, durante su creación, vieron cómo los equipos se movían del modelo presencial al telemático una y otra vez, junto a las consecuentes bajas y demás problemas que acarrea la situación. Nuestros deseos de que esta situación acabase cuanto antes parece que a día de hoy siguen sin cumplirse, pues a pesar de que los países privilegiados contamos con las dosis necesarias e incluso se empieza a inyectar la tercera, medio mundo sigue sin tener siquiera la primera, menos mal que íbamos a salir mejores. Volviendo al eurocentrismo y similares, los buenos números pre-Navidad se vieron afectados por una variante “inesperada”, Omicron, la cual ha desestabilizado toda la estructura creada una vez más debido al fácil contagio de la misma. Debido a ello, los eventos presenciales tienen que tomar decisiones apresuradas una vez más, siendo esta vez el turno del E3, quien opta, al igual que estos últimos años, por un modelo digital en vez de presencial.

E3

¿A alguien le extrañaba?

Hay que admitir que a quien le pille de sorpresa tal vez peque de ingenuo, pues aunque sí es cierto que en la realidad española la gran mayoría de las personas están vacunadas y, de cara a esos meses de verano, confiemos en que todo se vuelva a estabilizar, este evento se realiza en el corazón de Estados Unidos, donde una ingente cantidad de personas de todo el mundo se dan cita, procedentes de países con más o menos exigencias a la hora de salir o entrar, si no que se lo cuenten a Djokovic. Esta enorme conglomeración junto a las casi inexistentes medidas que hay en Estados Unidos al respecto dejan al E3 en un muy mal lugar, pues de cara a celebrarse, un enorme brote podría nacer de este lugar, extendiéndose por los diferentes países de los visitantes. Ante tal peligro, han decidido volver a realizar el evento de manera digital, un show pregrabado que se emitirá en directo, como estábamos acostumbrados últimamente. Unos minutos después de que los organizadores del E3 dieran la noticia, el polémico Geoff Keighley anunció la nueva edición de su Summer Games Fest para este verano de 2022, como bien podemos ver en la secuencia de tuits que hay más abajo. Esta edición suponemos que, al igual que la del año pasado, tampoco tendrá un evento presencial.

Dicho esto, ¿alguien esperaba que, siendo la situación actual una bastante delicada debido al nuevo brote, se hiciera un macro evento como el E3? Es cierto que ya se han realizado del palo, y tal vez incluso mayores y en peores situaciones, pero desde la organización considero acertada esta decisión, pues nada merece la pena más que las vidas humanas que pueden peligrar por un evento que ya de por si se puede adaptar a un formato digital fácilmente ya que, la gran mayoría de los espectadores, no van presencialmente. En las primeras horas de la noticia vi a mucha gente afectada, dolida incluso por ello, peor, ¿de verdad perdemos algo? Desconozco si todas las opiniones que leí sería de gente que tenía pensado acudir de manera presencial, lo cual me extraña, y de no ser así, ¿Qué diferencia puede haber entre ver un directo o un show pregrabado en directo? Las sensaciones serán similares, al igual que los anuncios, todo sin poner en peligro a nadie ¿tanto cuesta entenderlo?