Rememorando nuestro pasado

El 9 de septiembre de 1999, SEGA lanzó la que sería su última consola (si obviamos, por supuesto, la MegaDrive Mini): Dreamcast. Una consola que no supo ocupar un espacio dentro del mercado debido a la gran competencia que tuvo (la consola más vendida del mundo salió tan solo un año después), la desconfianza de los jugadores por sus antiguos fracasos comerciales – en gran medida, por culpa de las desavenencias que tenían las divisiones de Japón y América – y la piratería, que mató el desarrollo externo, quedando sola a SEGA dentro del barco en plena tempestad. Al final, con alrededor de 10 millones de unidades a lo largo de tres años, SEGA decidió terminar con la producción de Dreamcast, asimismo como con la producción de hardware de sobremesa, pasando a ser una desarrolladora y productora third party de videojuegos.

Pese a eso, Dreamcast fue y sigue siendo a día de hoy una de las consolas más queridas por la comunidad, con un catálogo de juegos que marcó una época. Entre ellos, encontrábamos sólidas apuestas por la lucha como las de Capcom (Power Stone 1 y 2, Street Fighter 3 o Project Justice) o Soul Calibur de Namco, además de simuladores de juegos de coches como Metrópolis Street Racer de Bizarre Creations (ahora, algunos en Playground con Forza Horizon) o Tokyo Street Racing de Genki. También hubo espacio para juegos como Phantasy Star Online, Skies of Arcadia, así como para toda una generación de juegos arcades derivadas de su placa Naomi.

Por ello, con motivo de celebrar su vigésimo aniversario (con un poquito de retraso, todo hay que decirlo), me gustaría hablaros de cinco juegos que podéis jugar en consolas de esta generación o Steam. Spoiler: no incluiré Shenmue en la lista.

Ikaruga (Treasure)

Treasure es una compañía creada en 1992 por antiguos miembros de Konami, en gran medida para tener más libertad creativa mejores condiciones laborales. Desde su fundación, y pese a ser una third party, siempre han sido muy partidarios de crear sus juegos para consolas de SEGA, desde Gunstar Heroes o Dinamite Heady para MegaDrive, pasando por Guardian Heroes o Radiant Silvergun para Sega Saturn y terminando por el juego que nos ocupa, Ikaruga, un shoot ‘em up de scroll vertical (secuela de Radiant Silvergun), donde sustraen todas las mecánicas de armas y power ups desarrolladas en muchos juegos para dejarnos un juego que parte de una simple idea: la polaridad. El jugador podía cambiar el color de la nave (de blanco a negro, o viceversa) y era inmune a los enemigos del mismo color, haciendo muchísimo más daño a las naves de color opuesto.

A partir de esta simple idea, Treasure creó a lo largo de seis de niveles un juego espectacular tanto visualmente como jugablemente, donde veíamos cómo en cada nivel nos sorprendía con una nueva mecánica, partiendo siempre, eso sí, de la idea de la polaridad. A día de hoy no podría decir otro juego de “mata marcianos” que me guste más que este (aunque me falta probar Radiant Silvergun).


S

Space Channel 5 (UGA)

Cuando Tetsuya Mizoguchi, productor de saga SEGA Rally, creó United Game Artist, solo tenía una idea en mente: mezclar música con videojuegos. A partir de aquí, el creativo no ha ido más que buscando las distintas maneras de cómo hacer al jugador sentir la música. Gracias a él tenemos juegos como por ejemplo Meteos para DS, Lumines para PSP o, más recimientemente, Tetris Effect.

Space Channel 5 fue un juego peculiar. Manejábamos a Ulala, una reportera intergaláctica que tenía que derrotar a una serie de robots que secuestraban personas a través del baile. Con un gameplay parecido al de Simon Dice – esto es, repetir la serie de secuencias botones del pad que nos dice el enemigo -, nosotros debíamos de derrotarles y traer de vuelta a nuestros aliados, premisa que, sin ser la mejor del catálogo de Dreamcast, lo convirtió en un juego que me encanta, pues conseguía esbozarnos sonrisas y rebozar a sus jugadores de positivismo desde la pantalla de inicio hasta el final de cada partida a través de raciones de humor absurdo (absurdísimo) y con mecánicas que, si bien no eran rompedoras, lo hacían muy divertido y disfrutable.


Jet Set Radio (SmileBit)

SmileBit fue una división de SEGA creada a partir de los miembros de Team Andromeda (creadores de los Panzer Dragoon, saga de Sega Saturn que luego siguió en Xbox). Su primer videojuego, el que nos ocupa, supuso toda una revolución gráfica en su época, siendo el primer videojuego que utilizó la técnica cell-shading para mostrar unos gráficos de estilo cartoon.

El juego es, aún a día de hoy, algo difícil de clasificar, pero podemos decir que se trata de título de skate (más bien de patines en línea, pero la jugabilidad nos puede recordar ligeramente a un Tony Hawk vitaminado) donde manejamos a una banda callejera que practica el arte urbano en una sociedad distópica. El propósito del juego no es otro que el de pintar con grafitis ciertas partes de la ciudad antes de que los hagan otros grupos y nos pille la policía. De todo este conjunto podíamos destacar muchísimas cosas, desde su estética a su jugabilidad, pero si hay algo del juego que podemos resaltar es su música, siendo la banda sonora una selección de música electrónica, rock y punk que encaja como un puzle con el contexto creado dentro del juego.


Rez (UGA)

Si bien Tetsuya Mizoguchi produjo su primer juego musical con Space Channel 5, aquí fue donde puso toda la carne en el asador y creó lo que para mí es más que un juego, siendo una experiencia que debería ser jugada por todo el mundo.

Rez fue un shoot ‘em up 3D sobre raíles, con una jugabilidad parecida a Panzer Dragoon, donde recorreríamos cinco niveles con una base musical (de música electrónica) distinta en cada una de ellas. Cada vez que eliminábamos a un enemigo este reproducía un sonido característico que iba concordando con la música, logrando finalmente crear una conexión entre la jugabilidad y la música.


Grandia 2 (Game Arts)

Game Arts es una compañía de videojuegos fundada en 1985 que se hizo especialmente conocida  por la saga Lunar en MegaCD y la saga Grandia en Saturn y PlayStation. Desgraciadamente el creador del juego murió a los 45 años, y su hermano no pudo retomarla después del fracaso de Grandia 3.

Pese a que Dreamcast fue sobre todo una consola con un catálogo arcade, también nos dejó joyitas en otros géneros, y esta entrega, junto con Skies of Arcadia, fueron los máximos del RPG japones en Dreamcast y grandes juegos de la generación. Ahora, con el reciente HD ColLection al fin podemos rememorar otra vez las aventuras de Ryudo sin hallarnos ante un port de mala calidad.