De vuelta a la carretera

Que la franquicia de conducción Need for Speed lleva ya años dando bandazos sin dar con la tecla que la vuelva a poner en su lugar es algo que ya conocemos todos y todas. Desde hace cinco años y tras la salida de Criterion del proyecto, EA ha estado confiando en Ghost Games para las últimas entregas de la saga, y si bien algunos de sus lanzamientos presentaban buenas ideas, lo cierto es que Need for Speed ha estado todo este tiempo muy lejos de lo que se espera de una marca tan establecida dentro del sector durante tantos años. Buenos juegos, sí. Con sus aspectos positivos, pero también muchos negativos. Sin embargo, parece que el estudio británico ha llegado con Heat al límite de lo que pueden aportar, y en EA ya están tomando medidas para que esta situación empiece a cambiar.

Según han podido saber los compañeros de GamesIndustry, Criterion Games serán, de nuevo, los encargados de desarrollar los próximos Need for Speed, volviendo así a la franquicia que ellos mismos, en gran medida, pusieron en el lugar de honor dentro de la industria en la que está ahora. Los creadores de Burnout tendrán la importante tarea de que ese mismo lugar se mantenga intacto durante este nuevo periplo, además de hacer olvidar estos últimos años de unos Need for Speed bastante olvidables. Tanto Hot Pursuit como Most Wanted y Rivals son, por méritos propios, algunas de las entregas que aún recordamos los fans de las saga con más cariño, por ello mismo las expectativas vuelven a estar por las nubes gracias a esta noticia.

Una que desde luego hemos recibido con los brazos abiertos por todo lo que puede significar, pero, ¿qué pasa con Ghost Games? Pues según comentan en el mismo artículo, el equipo ahora se convertirá ahora en EA Gothenburg y se encargarán de apoyar otros proyectos desarrollados por la propia EA, debido en gran parte a su amplio conocimiento en lo que al motor Frostbite se refiere. Un golpe, quizás, bastante duro dentro de este grupo de desarrolladores, pero por desgracia la cosa no se queda aquí, ya que debido a este cambio de dirección podrían estar en riesgo hasta 30 puestos de trabajo dentro de Ghost Games. Según palabras de la propia EA a GamesIndustry:

La experiencia en ingeniería de nuestro equipo de Gothenburg, algunos de los cuales son arquitectos del motor Frostbite, es vital para varios de nuestros proyectos en curso, y permanecerán en esa ubicación. Fuera de los ingenieros y aquellos que planeamos transferir a otros puestos, habría 30 empleados adicionales en Gothemburg, y esperamos colocar a tantos de ellos como sea posible en otros roles en la compañía.

Con estas palabras parece claro que algunos de los trabajadores de Ghost Games se irán a trabajar con Criterion y el próximo Need for Speed, mientras que otros se quedarán en su sede haciendo labores de apoyo más técnicas dentro de la compañía. Al resto, por desgracia, de momento les espera un futuro bastante incierto a partir de ahora dentro de EA, por lo que parece dudosa esa cita en la que “aseguran” que los colocaran en otros roles. Sea como sea, Ghost Games dejará a partir de ahora de crear sus propios videojuegos dentro del estudio, después de habernos dado durante estos últimos cinco años algunos títulos dentro de la franquicia como Rivals, su reboot de 2015, Payback y Heat, este último lanzado el año pasado. Lanzamientos que, a pesar de sus numerosos problemas, se notaba que estaban hechos desde el cariño que el equipo tiene por Need for Speed, por lo que lo cierto es que es una pena que no hayan podido dar con la tecla durante estos años y hayan sido prácticamente cerrados por ello.

A pesar de ello, la esperanza parece que vuelve a aflorar dentro de la franquicia a partir de ahora con la vuelta de Criterion. ¿Serán capaces de conseguir las hazañas de hace una década? Sólo el tiempo lo dirá, pero creo que hablo por todos cuando digo que, después de unos tiempos grises, Need for Speed tiene la posibilidad de volver a crecer y luchar codo con codo con gigantes como Forza para hacerse de nuevo el hueco que se merece dentro del género de conducción arcade. Uno que puede volver a ver florecer a uno de sus hijos pródigos.