Ni come ni deja

 

Hoy los titulares auguraban un oscuro futuro para los remakes hechos por fanes de Resident Evil y Resident Evil: Code Veronica. A través de Twitter anunciaban la cancelación oficial de los proyectos, este segundo muy avanzado, por parte de Capcom. Si el tema os es familiar, no estáis delante de un Déjá vu, ya que la situación recuerda a la vivida hace ya la friolera de 7 años (no ha terminado el año todavía y ya me siento tremendamente viejo). Por aquel entonces, el estudio encargado de Resident Evil 2 Reborn HD, una versión no oficial de esta segunda entrega aprovechando los motores gráficos más punteros del momento, anunció su intención de tirar del cable gordo, pero en un contexto muy esperanzador. Se les obligó a detener la producción, sí, pero desde Capcom se aseguraron de reconocer el interés y el talento de los desarrolladores invitándoles a “participar” en el desarrollo del remake oficial de esta segunda entrega, posiblemente uno de los mejores ejemplos de reinvención de un título clásico.

Para ponernos en contexto, estos eventos sucedieron allá por 2015, mientras que el primer tráiler oficial del juego no llegó hasta tres años más tarde, en 2018. Hasta ese momento, tan sólo contábamos con la confirmación de Capcom respecto a la intención de desarrollar este remake. Pero algo teníamos. Hoy mismo, mientras que el Twitter oficial del equipo responsable de estos dos nuevos remakes anuncia su detención, no ve acompañados estos mensajes con situaciones similares a las de antaño. No hay noticias de la posible llegada de un nuevo Resident Evil: Code Veronica, por no hablar de la entrega original, la cual de momento parece que tendrá que conformarse con su versión HD que, hablando en plata, es digna de cargar con el legado de tal titán de los survival horror.

Mirando como el proyecto dice adiós

Parecería que siguiendo el orden de lanzamientos de los últimos remakes, debería haber en algún momento sitio para que esta aventura vuelva a nosotros en una versión refrescada, pero el hermetismo de Capcom parece apostar por un silencio que otorga pocas esperanzas. Independientemente de sus intenciones, se han asegurado de que nadie toque lo que es suyo. En esta ocasión, se pierde un montón de trabajo desinteresado (quitando la opción de donaciones para cubrir algunos gastos), pero no es de extrañar que la empresa nipona quiera proteger la imagen de sus producciones. En un momento donde ya son varios los juegos oficiales con la palabra remake como coletilla, puede ser fácil que una porción del público confunda unos con otros. La pregunta aquí es si esa porción, que en su mayoría está constituida por consumidores no demasiado informados acerca del medio, podría hacerse conocedora de la existencia de unos títulos inexistentes en mercados oficiales, sino únicamente accesibles a través de su página web.

De unas formas u otras, por ahora nos toca conformarnos con ponernos de nuevo en la piel de Leon Kennedy y liarnos a parrys contra motosierras en Resident Evil 4 Remake este próximo año. Todo apunta a que este lanzamiento será igual de exitoso, o más incluso, que los dos anteriores, lo que no sería sino otra evidencia más para Capcom para seguir reutilizando sus antiguos títulos. La posibilidad sigue estando ahí, escondida detrás del humo, pero no inexistente, como los zombies acechando en las esquinas de la Mansión Spencer.