Una propuesta algo diferente

Ahora que ya llegamos al final de nuestros avances correspondientes a la Gamescom, una vez finalizados todos los correspondientes a las citas que pudimos concertar con diferentes compañías, toca hablar de los pocos juegos que pudimos probar en la abarrotada zona de público, entre los que pudimos probar Biomutant, desarrollado por Experiment 101 y publicado por THQ Nordic, con su lanzamiento previsto para mediados del año que viene.

Antes de nada, hay que comentar que la demo estaba limitada por tiempo, por lo que nuestras impresiones podrán diferir de las de otros jugadores, que tal vez decidieron avanzar de forma más directa o detenerse algo más para explorar el ambiente. Dado que solo disponíamos de 15 minutos (medida lógica para acelerar el flujo de jugadores y no provocar enormes esperas, que se terminaron dando a pesar de los esfuerzos por evitarlo), tuvimos que optar por el primer estilo de juego para intentar ver todo lo posible.

La ambientación postapocalítptica de Biomutant entra por los ojos desde el primer instante.

Como buen RPG de acción, pudimos comenzar personalizando nuestro personaje a placer, con consecuencias sobre nuestras características en el juego, como la velocidad, la astucia, etc… para posteriormente dar el paso al mundo semiabierto que nos plantean desde Experiment 101, poniéndonos desde un primer momento ante una serie de enemigos, y dándonos la posibilidad de hacernos al control en tercera persona. Además de movernos con total libertad (volteretas incluidas, al más puro estilo de The Legend of Zelda) y probar el sistema de disparos – muy sencillo, ya que contaba con un autoapuntado absurdo, pero bastante satisfactorio – pudimos meternos de lleno en una auténtica locura narrativa y jugable.

Una vez superado el primer jefe, bastante asequible, se nos abren nuevas zonas, así como un complemento para nuestra metralleta (con munición limitada y de recarga relativamente lenta, todo sea dicho), un puño que nos permitirá, además de combatir cuerpo a cuerpo de una forma bastante solvente, abrir nuevos caminos bloqueados gracias a su ataque cargado. Una vez mencionadas estas dos armas, podemos pasar a hablar del resto de características que hacen de Biomutant un título diferente al resto, como la posibilidad de generar una bola alrededor de nuestro avatar (como si de un hámster se tratase) de forma que podemos elevar el combate a una nueva dimensión en base al simple contacto, que nos servirá para aturdir a los enemigos, o acabar con ellos si los golpeamos repetidas veces. Para comprender esta nueva mecánica (la cual desconocemos si podremos utilizar a placer o solo en determinadas secciones en el juego final), contábamos con un pequeño área para experimentar con ella, que presentaba pequeñas plataformas y un par de oleadas de enemigos a modo de tutorial.

A continuación, se nos presentaba un aliado que nos asignaba la tarea de recuperar un objeto (imaginamos que esto tendrá repercusión en la trama), con el que podremos experimentar las opciones de conversación, al más puro estilo Fallout, para más tarde conseguir el traje robótico para desbloquear aún más posibilidades y enfrentarnos a otro jefe, con el cual acabamos la demo, tras otra pequeña zona para experimentar con el doble salto que nos permitía nuestra versión robótica.


En resumen, y aunque esta valoración no puede resultar significativa ya que apenas pudimos jugar 15 minutos, Biomutant se plantea como un título de acción muy accesible (aunque no vaya a estar enfocado a todos los públicos) que se centra en divertir al jugador con humor y una jugabilidad muy satisfactoria, además de un apartado gráfico que sin resultar un exponente (ni siquiera en su versión para consolas) presenta detalles como el tamaño del escenario o el modelado del personaje (en lo respectivo al pelo, sobretodo) que apuntan muy alto. Veremos, de aquí al año que viene cuanto pueden mejorar los chicos de Experiment 101.