Un caos entre galos y romanos

Esta famosa pareja de héroes galos, surgida del cómic ha conquistado otros medios a lo largo de su historia, desde que fueran creados en 1959. Astérix y Obélix han hecho frente a la conquista romana en las páginas de sus cómics, en películas de animación, en cintas de acción real, e incluso en el videojuego. En Sega Master System o Super Nintendo, esta popular pareja de héroes nos ha dado títulos de plataformas muy carismáticos, sin embargo, su éxito y popularidad ha decaído con el tiempo, y este nuevo título no parece capaz de devolverles su vieja gloria. Sin más preámbulos vamos con el análisis de Astérix y Obélix XXL3: The Crystal Menhir.

Los fans del Astérix y Obélix XXL2: Mission: Las Vegum van a encontrar grandes diferencias en esta tercera entrega, y no para bien precisamente. En este caso, cambiamos la cámara clásica en tercera persona por una perspectiva isométrica de cámara aérea, lo que modifica por completo la experiencia y la sensación de juego. Por otro lado, ya no nos encontramos ante un título de plataformas, como en sus predecesores, ni siquiera tenemos botón de salto. El resultado es una aventura de acción simple que ha perdido muchas de las cualidades jugables de la saga, y que padece de muchos fallos técnicos o bugs. Por delante tenemos un viaje repetitivo y anodino para salvar la irreductible aldea gala, una sucesión de niveles repetitivos y tediosos.

En esta ocasión, la misión de la pareja de galos será rescatar a una amiga del druida Panorámix, el venerable artífice de la poción mágica. El anciano recibe una carta de la amiga en cuestión, en la que le advierte que ha sido apresada por los romanos, y que el mundo está a punto de enfrentarse a una gran amenaza. Por supuesto, nosotros debemos detener dicha amenaza, y para ello tendremos que rescatar a la amiga de Panorámix. Sin embargo, no podemos ir directamente a por ella, previamente tendremos que encontrar los tres fragmentos mágicos del Menhir de Cristal, una piedra que contiene una serie de poderes místicos. No se trata de una historia compleja u original, es la clásica aventura de un grupo de héroes para salvar a alguien y detener al mal. Esto no supondría ningún problema si la jugabilidad fuera acertada, ya que no se trata de un título con intención de transmitir un argumento profundo.

En términos de jugabilidad, la aventura se desarrolla en seis capítulos lineales, aunque con algunos elementos muy superficiales de mundo abierto, como son algunas misiones secundarias y objetos coleccionables. Se trata de una progresión monótona y repetitiva, en la que cada nivel se siente prácticamente igual al anterior, a pesar de localizarse en un ambiente totalmente distinto. Recorreremos el mapa con el objetivo de recuperar ciertos objetos o rescatar a algunos personajes, eliminando romanos por el camino y recogiendo los típicos objetos coleccionables de un título plataformero, como monedas (en forma de yelmos romanos), laureles de oro o huesos enterrados. Sin embargo, este título ha perdido toda esencia de plataformas más allá de la recolección de objetos, ya que se ha eliminado hasta la posibilidad de saltar. A lo largo de la aventura, nos trasladaremos por entornos muy distintos entre sí, desde la aldea natal de nuestros protagonistas, en La Galia, hasta la mismísima Roma, pasando por montañas nevadas y desiertos ardientes. Sin embargo, la repetición de la fórmula en el desarrollo impide que disfrutemos dicha progresión y que se pierda la sensación de variedad. Desprendido de sus características plataformeras, Astérix y Obélix XXL3 se perfila como un título de acción que se queda a medio camino y no llega a dónde pretende llegar. Sus mecánicas de combate y animaciones son propias de títulos de generaciones pasadas, y no son nada satisfactorias.

Nuestro avance por el mundo estará condicionado por la aparición de los campamentos militares romanos, que conformarán las secciones de acción más intensa y desafiante. Se trata de áreas cerradas en las que tendremos que hacer frente a una gran cantidad de enemigos para abrirnos paso y lograr el objetivo de la misión principal. En estas zonas, además de enemigos, encontraremos tiendas romanas que funcionarán como generadores de enemigos, y que tendremos que destruir para evitar que sigan apareciendo. Al final de cada campamento seremos calificados en función a diferentes variables, y recibiremos una recompensa adecuada en forma de monedas. Sin embargo, en cuanto a la dificultad, este título también sufre de muchos errores que lastran su resultado. En primer lugar, los bugs serán frecuentes y muy molestos, dando lugar a que aparezcan enemigos cuando hayamos destruido sus tiendas, o incluso que reaparezcan elementos del escenario que ya hemos destruido, incluidas las propias tiendas. Estos errores también afectaran a la movilidad de nuestros personajes, o al impacto del escenario en los mismos, haciendo muy frustrantes las zonas de puzles. Por otro lado, la IA de nuestro compañero controlado por la consola es muy deficiente, el personaje que no controlemos nosotros se limitará a caminar cerca mientras nosotros combatimos, y solo se defenderá momentáneamente de los enemigos que le ataquen directamente. Fuera de los combates también sufrirá algunos errores, como quedarse atascado o abandonar áreas donde lo hayamos dejado para completar un puzle.

En la tienda podremos mejorar nuestras habilidades y atributos a cambio de monedas.

El mayor acierto de Astérix y Obélix XXL3 es la posibilidad de jugar en modo cooperativo con un compañero, lo que mejorará la experiencia en cuanto a diversión y entretenimiento. Al tiempo que eliminamos los problemas de IA de nuestro compañero podremos disfrutar más el “espíritu” sencillo del juego, de machacar enemigos y acumular monedas. Podremos disfrutar de la aventura completa con un amigo, ya sea desde el principio de esta, o uniéndose en cualquier momento. La dificultad es otro elemento muy irregular en este juego, aunque es simple y sencillo en gran parte del recorrido, eventualmente nos encontraremos secciones con una dificultad excesiva y mal planteada. En gran medida, estos subidones en la dificultad serán consecuencia de limitaciones técnicas o de mecánicas poco pulidas, como los tiempos de ataque de los enemigos o la combinación de los mismos en pantalla.

En cuanto a movimientos y técnicas, gracias a su sencillez, el título gana algunos puntos a favor. Tenemos una lista de movimientos sencillos pero eficaces; un combo de ataque que podremos mejorar progresivamente, y una rueda de habilidades conformada por cuatro técnicas. Estos movimientos son sencillos de controlar, pulsando L1 abrimos la rueda de habilidades, y accionaremos cada una de ellas con los cuatro botones de acción. Las distintas habilidades nos funcionarán para enfrentarnos a enemigos que solo pueden ser dañados de una forma concreta, o para hacer frente a masas de enemigos.

En el apartado audiovisual, Astérix y Obélix XXL3 continua en su línea de sencillez. Luce gráficos muy coloridos y desprovistos de mucho detalle, aunque este estilo no le sienta mal, teniendo en cuenta que proviene del mundo del cómic. Su apartado visual no desentona con el tono humorístico y desenfadado de la obra, aunque podría estar algo más pulido, especialmente si lo comparamos con otros títulos que también emplean el estilo “cartoon” con más mimo. En cuanto a los aspectos sonoros pasa muy desapercibido, es sencillamente correcto y no guarda ningún elemento destacable.

Una idea feliz diluida en un mar de malas ejecuciones

En conclusión, Astérix y Obélix XXL3: The Crystal Menhir es una obra que luce descuidada y que, a duras penas, es salvada por el carisma de sus personajes. Presenta fallos de carácter técnico que lastran la experiencia de juego, y su desarrollo es simple y monótono. Su mayor acierto es la inclusión de un modo cooperativo, que nos permitirá disfrutar más de su mayor aliciente; ese espíritu plataformero de acumular monedas y explorar cada rincón del mapa. Sin duda, se trata de una de las decepciones del año.


Este análisis ha sido realizado con un código de descarga para PlayStation 4 cedido por Meridem Games.