La contradicción de celebrar una industria opresiva

Ya estamos acercándonos al ecuador de 2025, y como consecuencia llega el mes que tradicionalmente siempre ha tenido la mayor cantidad de anuncios importantes sobre el futuro cercano del mundo de los videojuegos. Desde hace décadas, siempre hay un evento importante cerca del verano en el que nos une el hype y la llegada de nuevas IP o de nuevas entregas para nuestras sagas favoritas. Anteriormente era el E3, evento que significaba muchísimo para cualquiera al que le gustase este mundillo un mínimo, el cual cumpliría 30 años si no hubiera suspendido sus ediciones de 2022 y 2023 para que finalmente se anunciase su final en diciembre de ese mismo año.

Aunque, sin ser exactamente lo mismo, el Summer Game Fest no ha tardado mucho en ocupar su puesto, teniendo este próximo fin de semana su quinta edición consecutiva. No obstante, las cosas han cambiado, y hay varias razones por las que a muchas personas ya no les genera esa ilusión que provocaba el E3. En primer lugar, la industria del videojuego actualmente está en un momento horrible respecto al trato a los trabajadores y la poca fiabilidad a la hora de saber si serás víctima de una ola de despidos o directamente cerrarán el estudio en el que trabajas entero.

Summer Game Fest Geoff KeighleyY no solamente es normal que a muchas personas les cueste estar de celebración sobre el futuro de los videojuegos en este panorama, sino que además la actitud tan tibia y cobarde al respecto de parte de Geoff Keighley y su equipo no ayuda. Por otro lado, muchos de nosotros recordamos disfrutar del E3 cuando éramos pequeños o de adolescentes, cuando sabíamos entre poco y nada sobre el crunch, la mala praxis y avaricia de las empresas que nos traen los juegos que tanto amamos o muchísimas cosas más que evidencian lo podrida que está la industria y el mundo en general bajo este sistema capitalista. 

Por todo esto, entiendo perfectamente porque una persona puede llegar a este momento del año y no sentir ningún tipo de emoción frente al evento más grande que existe dentro de la industria; porque, aunque pueda seguir jugando videojuegos, ya no los siente de la misma manera. Al saber tantas cosas y ser consciente de que el evento está blanqueando de cierto modo a todas estas empresas que vienen a anunciar futuros proyectos mientras entre bastidores sus accionistas y mandamases son malas personas como mínimo se te pueden ir las ganas.

Sin embargo, ni hoy ni nunca voy a venir aquí a pecar de cínico, así que permitidme explicar por qué, a pesar de todo esto, estoy muy emocionado de cara al próximo fin de semana. Obviamente, absolutamente todas las razones que he dado para perder el interés o incluso odiar al evento son reales y válidas, pero siento que son una forma de ver las cosas de alguien muy corto de miras. Sé que las personas que toman las decisiones en prácticamente todas y cada una de las empresas que se presentan al evento no se merecen nada, pero los videojuegos no los hacen ellos.

Detrás de estos estudios hay personas normales y corrientes, con una visión artística, que lo único que quieren es conseguir emocionarnos, divertirnos o inspirarnos con el juego que están haciendo. Y no les podremos poner cara ni saber sus nombres, pero ellos a nosotros sí, y opino que se merecen la oportunidad de que hablemos de sus obras, y que no desviemos completamente la atención del trabajo que les ha costado años terminar para decir que su jefe es imbécil, cosa que probablemente ya sepan. A la hora de criticar a la industria no hay que olvidarse de seguir apoyándola, puesto que de lo contrario lo que estaremos haciendo no es cambiarla, sino destruirla.

Además, no actuemos como si el Summer Game Fest solamente apoyase a los proyectos AAA gigantescos, cuando tenemos Day of the Devs y literalmente todos los directos que no sean el principal, el de Xbox y el de PC apoyando específicamente a juegos más pequeños y dándoles visibilidad. Incluso dentro de esos tres directos más grandes también vemos muchos indies y juegos AA, y, sinceramente, si no fuera porque este evento les da su momento para brillar, tal vez los juegos indies como los conocemos ya no existirían. Sin ese spotlight la mayoría de jugadores jamás concerían esas obras más pequeñas que merecen la pena.

Y como contraargumento podríamos decir que se enterarían igualmente a través de Youtubers y streamers pero, ¿a cuántos de los más grandes dentro de ese sector vemos hablando de indies o títulos AA que no sean los 2 o 3 más populares del año? Simple y llanamente, cosas como el E3 o el Summer Game Fest le dan mucha vida a la industria, y son fundamentales para que siga creciendo y el año de los jugadores más casuales no se resuma solamente en Fortnite, CoD, FIFA y poco más (nada en contra de esos juegos, pero hace falta variedad).

Game Awards estatua

Esto nos lleva al punto más difícil de abordar: qué le costará a Geoff dedicar 5 minutos del evento a hablar de los despidos y de que las cosas necesitan ir a mejor. Esto es totalmente cierto y no tengo nada que objetar, aunque sí que podemos hacer algo. Parecerá poco, pero Geoff hizo alusión a los despidos masivos durante la pasada gala de los Game Awards. Y, aunque sigue siendo una postura demasiado tibia, el cambio de no decir nada a directamente mencionarlo es porque nosotros, los espectadores que tanta falta le hacemos, nos quejamos anteriormente de que no se decía nada al respecto.

Por tanto, si esa sigue siendo la crítica principal hacia el evento (tanto en el Summer Game Fest como en los Game Awards), eventualmente las cosas serán diferentes. Y realmente lo mismo pasa con la industria del videojuego: llegará un punto en que las cosas cambien a mejor porque la gente que trabaja en estas empresas ya no podrá más. De aquí a que llegue ese momento no digo que ignoremos lo malo y finjamos que todo está perfecto, pero sí que pido que disfrutemos también de este medio artístico que tanto nos llena; para que, cuando el cambio a mejor llegue, no hayamos perdido en el proceso la emoción que sentíamos por los juegos.

Odio el concepto de que hacernos adultos y ver cómo funciona el mundo nos hace más cínicos y amargados. Y no se trata de “hacerlo por tu niño interior”, ya no hay niño interior, ahora solo estás tú. No perdamos la emoción por las cosas y la esperanza de que todo mejorará, porque nos merecemos ser felices, y debemos señalar todas las cosas que están mal y que necesitan cambiar, pero sin dejar que esa crítica constante nos consuma y solo seamos capaces de ver negatividad en todo.

Yo voy a criticar y hacer responsable a todas las empresas y personas que se dejan llevar por la avaricia, el egoísmo o la falta de empatía, pero jamás voy a perder el amor por los videojuegos. El Summer Game Fest representa varias cosas cuestionables de la industria, pero también representa una celebración de aquello que amo. Cuando la pantalla se ponga en negro y vea la primera imagen que me confirma ese anuncio que tanto esperaba, o cuando acabe de ver un tráiler de algo que me ilusiona por lo nuevo y prometedor que parece, voy a estar sonriendo como un idiota, y nadie nunca me va a quitar esa ilusión.