La imaginación es el límite

En una entrevista que dio Tatsumi Kimishima a la revista TIME a principios del año pasado, el actual presidente de la compañía recordaba con una frase a Hiroshi Yamauchi, tercer presidente que tuvo Nintendo y el hombre que lo fue encarrilando dentro de la compañía a lo que ha llegado hasta hoy día. La frase que dijo era dirigida hacia sus empleados, y tenía por objeto dejar en claro lo que él creía que debía ser Nintendo para el mundo. Esto les corresponde a ustedes, muchachos, pero tienen que crear experiencias únicas”.

“Tienen que hacer cosas que otras compañías no puedan imitar. Esa es su misión.

Parece ser que esta frase caló hondo en todos aquellos que trabajaron allí durante este tiempo, y que aún a día de hoy siguen ofreciéndonos nuevas maneras de jugar que son consideradas un soplo de aire fresco para el sector. Nunca se contentan con lo normal, o con los ideales que el resto de la industria busca asentar en la comunidad, si no se ajustan a la visión del estudio. Siempre van por su camino, ya que lo único que tienen en mente es proponer formas de deconstruir a los videojuegos tal y como los concebimos.

Desde la misma mañana del pasado 17 de enero, la empresa citó a todos aquellos que quisieran enterarse de la nueva experiencia interactiva que tenían entre manos. Lo que descubrimos esa misma noche fue Nintendo Labo, una serie de módulos de cartón que permitirán a aquellos que los adquieran hacer nuevos usos de los Joy-con a través de juegos donde lo real y lo virtual confluyen con naturalidad.

Pero, ¿qué es Nintendo Labo?

Reflexionando sobre las últimas declaraciones que Kimishima nos brindó días atrás, podemos entender mucho mejor esta nueva propuesta de la compañía nipona. Para el actual presidente de Nintendo, así como para gran parte de la empresa, este año será crucial para la consola, ya que el sistema debe conseguir un desproporcionado número de ventas si quiere seguir manteniendo su excelente ritmo, siendo en todo momento una propuesta llamativa, pero también redituable para quien ya la posea. Es por esto que afirmó que su misión era conseguir más usuarios, incluyendo a esa gente que rara vez toca una consola. Y, para ello, ¿qué mejor que proponer una experiencia de planteamiento simple, que pueda divertir tanto a personas experimentadas como a los más pequeños de la casa?

En una serie de declaraciones dadas respecto a esta nueva apuesta, Satoru Shibata dijo que lo que pretendían conseguir con los Nintendo Labo Workshop era generar situaciones especiales donde niños, padres, medios de comunicación y figuras mediáticas se reunieran para crear, jugar y descubrir en grupo. Mencionó, de igual manera, que el objetivo de Nintendo era, es y seguirá siendo el de dibujar sonrisas en las caras de quien se acerque a sus consolas. ¿Será esto lo que tenía en mente Kimishima cuando hablaba sobre cimentar la marca de cara al futuro? No lo sabemos, pero lo que sí podemos pensar es que esta nueva propuesta es un claro reflejo de lo que todos ellos piensan brindar para el mercado: nuevas formas de juego, donde nadie quede fuera del mismo.

¿Cómo es Nintendo Labo?

Nos encontramos ante una serie de adaptadores que están plenamente diseñados con el fin de exprimir al máximo las posibilidades jugables que ofrece Switch, que no son pocas. Así, esta nueva gama de periféricos nos permitirá colocar utilizar nuestros joy-con de formas que nunca habíamos imaginado. Sin ir más lejos, uno de los minijuegos presentados, al parecer, nos permitirá mover remotamente un coche de cartón sin ruedas, haciendo uso exclusivamente de la vibración HD presente en los citados mandos. Las posibilidades son abrumadoras, casi infinitas, y, desde luego, Nintendo no ha querido poner puertas al campo, por lo que parece que nos encontramos ante una tecnología inexplorada que nos acompañará, al menos, durante los años venideros.

Los primeros paquetes presentados, no obstante, no parecen ser más que una toma de contacto, ofreciéndonos experiencias simples con reminiscencias al exitoso 1-2 Switch, y una alternativa de acción algo más guiada, centrada para quienes busquen algo más que pasar el rato tocando el piano con sus primos pequeños. Todos los kits, cabe destacar, incluirán una copia digital del juego en cuestión y todos los materiales necesarios para la elaboración de estos ‘toy-con’. Su precio, aún sin confirmar en Europa, rondará los 70 u 80 dólares, dependiendo de la edición que escojamos.

El primer equipo que se ha presentado responde al nombre de Kit Variado. A un precio de 69,99 dólares, incluye:

  • Plancha de cartón x 28 (incluye una plancha extra para personalización)
  • Hoja de pegatinas reflectantes x 3
  • Hoja de pegatinas esponja x 3
  • Cuerda (naranja) x 1
  • Cuerda (azul) x 1
  • Ojal (gris) x 1
  • Ojal (azul) x 4
  • Cinta de goma natural (grande) x 2 + repuestos
  • Cinta de goma natural (pequeña) x 6 + repuestos

Gracias a dichos materiales, podremos armar los siguientes artilugios:

  • Antenauta Toy-Con: Inserta el Joy-Con izquierdo y el Joy-Con derecho en tu nuevo vehículo teledirigido y controla sus movimientos usando los controles de la pantalla táctil de Nintendo Switch. La vibración HD de los mandos Joy-Con moverá el coche en la dirección que elijas. Se incluyen los materiales para construir dos vehículos teledirigidos.
  • Caña Toy-Con: Construye la caña de pescar con un carrete unido por un sedal a un soporte que contiene la consola Nintendo Switch. Pesca una de las muchas especies exóticas que verás en la pantalla de Nintendo Switch lanzando el sedal con tu caña y haciendo girar el carrete para que descienda el anzuelo. Cuando sientas la vibración del Joy-Con insertado en el carrete, recoge el sedal rápidamente y tira de la caña hacia arriba para completar la captura.
  • Casa Toy-Con: Insertando varios bloques en las aperturas laterales e inferiores de la casa, podrás interactuar, alimentar y jugar con una adorable criatura en la pantalla de Nintendo Switch. Cada uno de los diferentes bloques es detectado por la cámara infrarroja del Joy-Con derecho insertado en la parte superior de la casa.
  • Moto Toy-Con: Inserta los Joy-Con en el set de manillares para conducir una moto en la pantalla de Nintendo Switch. Pulsando el botón de ignición arrancarás el motor, girando el manillar derecho aceleraras e inclinando tu cuerpo y moviendo los manillares derecho e izquierdo controlarás la moto.
  • Piano Toy-Con: Tras montar un precioso piano de 13 teclas e insertar la consola Nintendo Switch y los Joy-Con, podrás crear tu propia música pulsando las teclas. Podrás incluso insertar diferentes botones para producir nuevos efectos sonoros.

El otro paquete, denominado Kit de Robot, contendrá las piezas necesarias para crear un ambicioso traje de mecha. Una vez armado, deberemos de colocar los Joy-Con izquierdo y derecho en las ranuras indicadas en la mochila y el visor para tomar el pleno control del protagonista, con el que podremos interactuar a través de la TV (siempre que la Switch esté colocada en su dock, claro está). Junto a este equipo se ha presentado, además, un set de personalización, que nos permitirá decorar nuestras creaciones con diferentes colores, cintas y pegatinas.

¿Qué significa Nintendo Labo para la compañía?

Todos sabemos que la idea de construir periféricos a partir de vulgares cartones no gustará a cualquiera. Su mero anuncio ya ha causado más de una carcajada por los foros de Internet. Sin embargo, tendríamos que pensar hacia donde está apuntando verdaderamente la compañía con esta nueva propuesta: a aquellos que, como ocurrió con la Wii, no se habían acercado en su vida a una consola de videojuegos.

Está claro que Nintendo no pretende incrementar sus ganancias con este movimiento. Tampoco lo necesita, pues Switch lleva meses vendiendo de fábula, y fácilmente podrían haberse ahorrado esta inversión con el fin de gastar dicho presupuesto en otros proyectos. Pero está claro que la invención de Labo ayudará a la compañía a colocar muchas más Switch en casas donde quizás el gasto para adquirir una consola no estaba ni siquiera en mente. Y, desde un punto de vista psicológico, esta jugada facilitará a los más pequeños iniciarse en el mundo de los videojuegos. Y lo harán con una Nintendo. Con Mario, con Link, con Donkey Kong. Y todo ello mientras aprenden, construyen y desarrollan un afecto especial hacia sus propias construcciones, que, con el paso de los años, se verá traducido en afecto hacia la consola, y también hacia la marca que tanta diversión les aportó cuando eran niños. Aunque tampoco es necesario avanzar tanto en el tiempo para conocer, de primera mano, la aceptación que este estreno tendrá en una industria tan transitada como la nuestra.

Nintendo Labo es, juicios personales a parte, un concepto francamente original, y ha logrado coronarse por méritos propios como una de las ideas más arriesgadas, extravagantes y divertidas que hemos podido conocer durante las últimas décadas. Tendremos que esperar al próximo 27 de abril, no obstante, para comprobar por nosotros mismos si esta curiosa idea es algo más que un ambicioso proyecto con buenas intenciones.